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El Circuito Camps: un engranaje de terror y la lucha obrera
La historia de María Paula Álvarez y Daniel Favero, jóvenes estudiantes desaparecidos en 1977, desencadenó una investigación que sacudió los cimientos de la provincia de Buenos Aires. Detrás de sus desapariciones se escondía una compleja red de centros clandestinos de detención, conocida como el Circuito Camps, que operó bajo el mando del coronel Ramón Camps.
El juicio por el Circuito Camps, iniciado en 2011, reveló un sistema de terror meticulosamente organizado, donde la tortura, la desaparición forzada y el robo de bebés eran prácticas sistemáticas. Los testimonios de sobrevivientes, como Claudia Favero, hermana de Daniel, permitieron reconstruir el horror vivido en lugares como la Brigada de Investigaciones, el Destacamento de Arana y la Comisaría Quinta de La Plata.
La clase trabajadora en la mira
Una de las revelaciones más impactantes del juicio fue la identificación de la clase trabajadora como el principal blanco de la represión. Miles de obreros, sindicalistas y militantes populares fueron secuestrados, torturados y desaparecidos. El objetivo era claro: desmantelar la organización obrera y eliminar cualquier resistencia al modelo económico impuesto por la dictadura.
"La dictadura tuvo una finalidad", afirma Hugo Blasco, dirigente sindical y querellante en el juicio. "Había que reinsertar a la Argentina en la nueva etapa capitalista, y para eso era imprescindible eliminar cualquier vestigio de resistencia".
El rol de la CTA en la lucha por la justicia
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) jugó un papel fundamental en los juicios por la verdad y la justicia. A través de sus abogados y militantes, la CTA se constituyó como querellante en numerosos procesos, aportando pruebas y testimonios clave.
"Nuestra participación en la lucha por los Derechos Humanos es anterior a lo que sucedió acá en el juzgado Federal de La Plata", señala Marcelo Ponce Núñez, abogado de la CTA. "Siempre tuvimos la intención de generar ese tipo de respuesta, y esas respuestas que tenía que dar la justicia, las fuimos exigiendo".
Un legado de lucha y memoria
El juicio por el Circuito Camps sentó un precedente histórico en la lucha contra la impunidad. Las condenas a los responsables de estos crímenes fueron un paso fundamental hacia la justicia y la reparación de las víctimas. Sin embargo, la lucha continúa.
"En la ciudad de La Plata, en Berisso, en Ensenada, la dictadura fue terrible porque era una región muy politizada", afirma Claudia Favero. "Había que concientizarse de cómo era el mundo, de lo que era injusto. Había que pelear para que fuera de otra manera".
La historia de María Paula Álvarez y Daniel Favero, y de tantos otros desaparecidos, nos recuerda la importancia de mantener viva la memoria y de seguir luchando por una sociedad más justa y equitativa.