Política

Quién es la Nieta 139 que recupera Abuelas de Plaza de Mayo

Menos de un mes después de anunciar la recuperación del nieto 138, las Abuelas de Plaza de Mayo dieron una nueva y esperada noticia: la restitución de la nieta 139, hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, desaparecidos durante la última dictadura militar.

Este anuncio es un testimonio de la incansable lucha por la verdad y la justicia en Argentina.


¿Quién es la nieta 139?


La nieta 139 nació entre enero y febrero de 1978 mientras su madre estaba en cautiverio. Ambos progenitores fueron secuestrados en noviembre de 1977.

La investigación que llevó a su identificación comenzó gracias a una denuncia anónima recibida por Abuelas, quienes, junto con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), recopilaron documentación clave.

En noviembre de 2024, la mujer fue contactada para informarle sobre su posible origen y accedió a realizarse un análisis genético en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Ayer, los resultados confirmaron su identidad como hija de Noemí y Daniel.


Un abrazo esperado durante décadas


Desde Abuelas informaron que la nieta podrá reencontrarse con sus hermanos, Ramón y Paula, quienes siempre supieron del embarazo de su madre. Ramón, en 2013, expresó en una publicación de Abuelas:

“Cuando te encontremos, no queremos que dejes atrás la vida que construiste, queremos ser parte de ella, abrazarte y que conozcas a tus sobrinos”.

Esta noticia no solo cierra un capítulo de búsqueda para una familia, sino que también renueva el compromiso de las Abuelas por restituir la identidad a más de 300 personas que aún no saben quiénes son.


Desafíos en tiempos de incertidumbre


El hallazgo de la nieta 139 ocurre en un contexto complicado para los derechos humanos en Argentina. Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, organismos como las Abuelas de Plaza de Mayo han denunciado el desmantelamiento de políticas fundamentales para el proceso de Memoria, Verdad y Justicia.

Entre las medidas más preocupantes están los recortes al BNDG, vital para identificar a los nietos y nietas apropiados durante la dictadura. Además, el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti y despidos masivos en la Secretaría de Derechos Humanos complican aún más el panorama.

A pesar de estas adversidades, la recuperación de la nieta 139 reafirma el compromiso colectivo de seguir luchando por la verdad. Como expresó Estela de Carlotto:

“La verdad siempre prevalece. No importa cuánto tiempo pase, seguimos avanzando hacia la justicia”.


Más que una historia, un llamado


El hallazgo de la nieta 139 no es solo un triunfo familiar, sino un recordatorio de la importancia de preservar y fortalecer las políticas de derechos humanos.

En un país con más de 30 nacimientos documentados en la exESMA, cada restitución de identidad es un paso hacia la reparación de los daños que el terrorismo de Estado intentó perpetuar.

La historia de la nieta 139 nos invita a no olvidar y a seguir construyendo una sociedad que defienda la memoria y la verdad como pilares innegociables de nuestra democracia.