Este domingo, la ciudad de La Plata fue testigo de una terrible tragedia en las calles. Un pibe de tan solo 24 años, Lucas G., quien además era jugador de Everton, dejó este mundo en un accidente de tránsito que involucró a su moto y a un Chevrolet Agile, conducido por una pibita de apenas 17 años.
El hecho ocurrió alrededor de las 6 de la tarde, en la intersección de las calles 11 y 608. Por ahora, no se ha esclarecido con certeza qué desencadenó el choque, eso está bajo investigación. Lo que sí sabemos es que Lucas G. había dado todo en la cancha ese día. Anotó un gol que le dio la victoria a su equipo y los clasificó al regional. Una alegría que se tornaría en tragedia unas horas después.
El choque fue brutal. Lucas salió disparado de su moto, estrellándose violentamente contra el asfalto. La muerte le arrebató la vida prácticamente al instante, sin darle tiempo a nada ni a nadie.
Minutos después del impacto, el 911 sonó con urgencia. Patrullas y los paramédicos del SAME llegaron a la escena, pero no pudieron hacer nada más que confirmar lo que ya se sospechaba: Lucas había partido de este mundo.
La justicia no tardó en actuar. La causa se catalogó como "homicidio culposo" y la UFI que tomó el caso ordenó que se realizaran todas las pericias necesarias en el lugar del terrible suceso.
La Plata está de luto, una promesa del fútbol se fue demasiado pronto, en una tarde que debía ser de celebración, pero que terminó en una triste despedida.