VIDEOS- Las rutas se empiezan a cargar, pero en la playa hay poca gente y los comerciantes se impacientan

Recién este lunes comenzaron a llegar algunos turistas al Partido de LA Costa y a otros balnearios de la región, en el cierre de uno de los diciembres más pobres de la historia

30-12-2024 - Por La Movida Platense

Las rutas se empiezan a cargar, pero en la playa hay poca gente y los comerciantes se impacientan

Comercios vacíos, empleados que sobran y mesas y sillas sin ocupar. El panorama desolador se apodera de los centros comerciales de las localidades del partido de La Costa que anticipan una de las temporadas más austeras de las últimas décadas.

Entre los que cuidan el dinero para pagar los impuestos y no endeudarse, y los que pudieron salir a Brasil aprovechando la devaluación del Real, los comerciantes de los balnearios de Buenos Aires comienzan a impacientarse con un cierre de año que marcó un récord en la caída del consumo durante el mes de diciembre.

La Movida Platense realizó una recorrida por las principales Playas del Partido de la Costa durante el último fin de semana del 2024 y las conclusiones fueron evidentes: hay muy pocos turistas en las playas, aunque comenzó a notarse la llegada de los “propietarios” de departamentos o casas a partir de este lunes.

Históricamente, las temporadas de verano se extendían desde el 15 de diciembre hasta finales de marzo. Sin embargo, en la Argentina de Milei es cada vez más difícil salir a veranear y cada vez son más los que se inclinan para elegir un solo fin de semana de enero para darse un chapuzón y mojar los pies en el mar.

Por ejemplo, un cono de rabas en un puesto de comidas rápidas del centro de Santa Teresita se puede pagar hasta $6000 que es un precio equitativo y similar al del verano pasado. Sin embargo, el mismo aperitivo en un restaurante lo están vendiendo cerca de $14.000 y prácticamente no se vende nada.

Una pizza de mozzarella bastante simple se cobra 12 mil pesos en un restaurante y se ofrece como “un regalo” a 9 mil pesos en una casa de comidas rápidas. En La Plata vale un poco menos.

El litro de cerveza Brahma que en nuestra ciudad está entre 2500 y 3500 pesos en La Costa lo están vendiendo a $8000 en el Partido de La Costa, Pinamar o Cariló. En este último balneario, además, sentarse a comer en un restaurante de comida mexicana invita a desembolsar no menos de 40 mil pesos para dos personas. Eso sí, te permiten dejar al “caniche” atado con correa al lado de una silla de exteriores y hasta te pueden traer un poco de agua sin cargo para el can…

Una cerveza más seleccionada como la Corona, en efecto, tiene un incremento de un ciento por ciento en relación a La Plata, ya que en la Costa Argentina el embace de 750 no baja de los 8 mil pesos.

La docena de churros se pretende vender a 8000 pesos en la playa cuando en alguna churrería o panadería de La Plata no pasa los 2500 pesos.

Hay lugares en el centro de Las Toninas o San Clemente en el que se venden panchos a 2500 pesos, aunque en la Playa no bajan de los 3 mil pesos. Además, los licuados oscilan entre los 5 mil y los 7 mil pesos y el kilo de asado no baja de los 12 mil pesos, cuando en las carnicerías de la región se puede llegar a pagar todavía 8500 pesos.

Los pocos turistas se cuidan de los precios altísimos, recorren y seleccionan y está claro que si los comerciantes hubiesen aplicado el mismo porcentaje de aumentos que usaron el año pasado prácticamente que no habría consumo en las playas.

Un hotel 3 estrellas en Villa Gessel, sin ir más lejos, reclama 35 mil pesos por noche por cada persona que decida quedarse, cuando el año pasado por la misma habitación se pedía 30 mil. Esto significa que algunos gastronómicos y hoteleros no aplicaron la suba de la inflación el términos reales asumiendo que iban a terminar perdiendo clientes y visitantes y admitiendo (implícitamente) que el verano pasado “se les fue la mano”.

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