En diciembre de 1983, el barrio platense de Villa Montoro se convirtió en el epicentro de una ola de avistamientos que sacudieron al país. Decenas de vecinos, desde niños hasta ancianos, aseguraban haber visto pequeños seres de color verde, los famosos "enanitos verdes".

La noticia se propagó como reguero de pólvora. Los medios de comunicación, ávidos de sensacionalismo, cubrieron el caso exhaustivamente. El periodista José de Zer, con su micrófono en mano, se convirtió en el rostro visible de esta extraña historia.

La fiebre por los enanitos verdes invadió la ciudad. Vecinos, curiosos y hasta científicos se congregaron en el bosque de Villa Montoro, buscando alguna prueba de la existencia de estos seres. La policía recibió innumerables denuncias de avistamientos, mordidas y hasta ataques.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la euforia inicial fue dando paso al escepticismo. Las teorías más descabelladas circularon: desde visitantes de otros planetas hasta experimentos secretos del gobierno. Incluso, algunos atribuyeron los avistamientos a bromas pesadas o al poder de la sugestión.

La falta de pruebas concretas y el desenlace de algunos episodios cómicos, como el robo a los científicos suecos o las "vacas" que aterrorizaban al barrio, fueron minando la credibilidad de la historia.

Hoy, a 40 años de aquellos extraños sucesos, el caso de los enanitos verdes sigue siendo un enigma. ¿Fueron producto de la imaginación colectiva, de una broma masiva o de algo más inexplicable? Lo cierto es que esta historia dejó una profunda huella en la memoria de los platenses y se convirtió en una de las leyendas urbanas más famosas de Argentina.