En el fútbol, como en la vida, las cosas pueden cambiar de un momento. Esto fue lo que pasóp a Gimnasia y a Benjamín Domínguez en tan solo mes, ya que el equipo pasó de tener un mal arranque en el segundo semestre del año, a recuperarse con un triunfo contra Racing y un empate con River, y este jueves, sellar la clasificación a los cuartos de final de la Copa Argentina.

El Lobo dejó en el camino a Barracas Central en la cancha de Lanús, en la cual se impuso 1 a 0 con un gol a los nueves minutos del segundo tiempo de Benjamín Domínguez.

Este delantero, que insólitamente arrancó como suplente en el ciclo de Marcelo Méndez, pasó de estar en el banco a ganarse la titularidad y de estar en la órbita de Talleres de Córdoba a ser vendido al Bologna de Italia por una cifra que el Lobo va a poder disfrutar en Euros.

Sin sobrarle mucho, pero siendo claramente superior en la cancha, Gimnasia fue de menor a mayor y justificó la victoria porque generó más situaciones de gol que su rival a lo largo del partido.

En la parte final, uno de los colaboradores del cuerpo técnico entró a la cancha para agredir a uno de los jugadores de Barracas y la victoria se opacó por incidentes y escaramuzas entre los jugadores de los equipos, entre los cuales se destacó la intervención del arquero Ledesma y de Cabral en el Lobo.

De esta manera, Gimnasia quedó a tan solo tres partidos de ganar la Copa Argentina, ya que si logra salir vencedor en cuartos, luego en semis, y finalmente en la Final, cumplirá el objetivo que se le negó en la Final del año 2018 cuando con Pedro Troglio perdió por penales ante Central en Rosario.

El equipo de Méndez se medirá contra el ganador del partido entre Boca y Talleres a finales de octubre o a comienzos del mes de noviembre en una cancha a definir.