En lo que bien podría interpretarse como una movida de ajedrez político de Claudio Chiqui Tapia para no perder poder y potenciar a la AFA ante los embates del presidente Javier Milei y el gobierno nacional con las SAD, Juan Román Riquelme (presidente y máximo ídolo de Boca) apareció en un lugar de privilegio dentro de la composición y armado del nuevo comité ejecutivo que organizará el fútbol argentino hasta el año 2028.

Conforme establece su estatuto, la AFA debía convocar a elecciones para el mes que viene. Pero ayer se presentó una sola lista y es la que encabeza el actual presidente Claudio Chiqui Tapia.

En el nuevo armado sobresalen decisiones que repercuten al ámbito local platense, como la exclusión de Estudiantes con un representante, ya que hasta ahora venía siendo el vicepresidente Pascual Caiella. En cambio, se incluye a Gimnasia en una de las vocalías a través de la figura de Mariano Cowen.

Contemplando la disputa de poder que el actual presidente de la AFA tiene con el presidente de la nación Javier Milei, se pensó en la figura de Riquelme, principal ídolo de uno de los clubes más populares de la Argentina, para oponerse a las ideas y embates del Libertario, quien es un confeso hincha de Boca y apoyó la candidatura de Mauricio Macri como vicepresidente Xeneize en las últimas elecciones. Más aún, trascendió que en los próximos partidos de Boca en La Bombonera, y a medida que se vayan acercando las elecciones legislativas del año que viene, las banderas en contra del presidente de la Nación y Mauricio Macri van a aparecer en las tribunas de la cancha. Esto podría generar una fuerte disputa con la policía de la ciudad de Buenos Aires en el momento de organizar los operativos y controles, ya que esta fuerza responde al gobierno de Jorge Macri, familiar directo de Mauricio y aliado de Milei en la capital del país.

Estudiantes, con Sebastián Verón enfrentado a la gestión de Tapia y apunto a de anunciar la convocatoria de una asamblea para desprenderse de un porcentaje de la institución y aceptar dinero a cambio de la explotación del fútbol y los espacios de la institución, perdió peso dentro de la estructura de la AFA y ya no tendrá un representante dentro del nuevo comité ejecutivo, en el cual Gimnasia recupera un lugar de privilegio en el círculo íntimo de poder del actual presidente Claudio Tapia.